Hace ya unos años, el mundo atravesó una de las peores situaciones que podíamos imaginar, o que sólo pasaba en películas: la pandemia de COVID.

Dejando de lado lo que pasó en materia de salud durante todo el 2020 y gran parte del 2021, se potenciaron y escalaron las ventas digitales en diferentes canales y en tiendas online formales.

Hoy casi todos los comercios de cercanía ofrecen, el envío de un link para realizar pagos, catálogos online, venta a través de redes sociales y, quienes pueden profesionalizarlo aún más, “colgaron” su tienda online, conocido como e-commerce.

Es aquí donde los profesionales pueden encontrar momentos para intervenir, poner a disposición sus conocimientos, partiendo de la premisa de ubicar al cliente en el centro de todas las decisiones. ¿Por qué? porque hay miles de tiendas que venden remeras negras, zapatillas, pantalones, comida y demás, y hay que escuchar al cliente para diferenciarse y eso único o especial, está en el servicio.

El cliente que elige realizar una compra de manera online, quiere recibir el producto en condiciones óptimas: plazos esperados en la entrega, packaging prolijo, producto resguardado de golpes. Es el servicio lo que marcará la diferencia y lo que amplificará oportunidades para que los clientes se vuelvan recurrentes, aumenten su ticket promedio y recomienden la marca o compartan reviews.

CRECIMIENTO

Según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), nueve de cada diez personas en nuestro país ya compraron por lo menos una vez de manera online. Esto marca la pauta de cómo ya se superaron las barreras de fricción, como los miedos a exponer los datos de una tarjeta de crédito.

Las nuevas tecnologías y la mejora en soluciones y herramientas, permiten transmitir mayor confianza y rapidez en los envíos.

Quien busque desempeñarse como profesional de marketing debe conocer, manejar y tener conocimientos sobre este tipo de soluciones, que serán puestas en desafíos de manera constante, ya que el mundo avanza a un ritmo muy acelerado.

No sabemos qué pasará a futuro, pero sí sabemos que el comercio online tiene las bases sólidas para continuar creciendo y convertirse en un activo digital obligatorio. Mucho de esto ya está pasando.